¿Dónde reside la materia de la creación?

Cuando pienso en la respuesta a la pregunta viene a mi memoria ese órgano poderoso que llamamos cerebro, conciencia, mente, alma, espíritu o como le queramos llamar, donde anidan las emociones, sentimientos, inconformidades, rechazo, odio, amor, excesos, deficiencias, entre otros, y que se refleja de forma diferente en cada individuo. Para algunos, esas turbaciones se convierten en obsesiones, necesidades o fantasías y no dejarán de atormentarle hasta lograr hacer algo, podría decir que ahí existe un germen de vocación (no religiosa) o talento para la creación.

Sin embargo, no es suficiente si hablamos de creación literaria, puesto que cualquier situación daría lugar a un trabajo artístico o literario. Haría falta ese acercamiento a la Lectura con mayúscula y negrilla como segundo paso para la creación. Es ese primer libro que despierta una curiosidad o una fantasía de ser o no ser el personaje, así como dijo Vargas Llosa es un “milagro descubrir cómo a través del hecho mágico que es la lectura uno podía vivir aventuras maravillosas, trasladarse en tiempo y espacio, vivir vidas extraordinarias”.

E intentar hacer lo que han hecho otros como el paso número tres. De nuevo Vargas Llosa, entrevistado para “La ternura del hipopótamo” (Cuándo llegan las musas) nos dice: “Recuerdo que Faulkner fue el primer escritor que yo leí con papel y lápiz, deslumbrado por las estructuras, las técnicas, la manera de organizar el tiempo, los puntos de vista, el modo de cruzar los planos de espacio y tiempo…” Este último escalón nos ayuda a leer con método, a comprender el lenguaje, a conocer otras vidas, a diferenciar estilos para contar una historia y adicionalmente vamos entendiendo que nuestro mundo no es el mundo, hay mucho más allá de nuestra vista y ese conocimiento no se alcanza sino en los libros que viajan por el planeta contándonos cómo viven o vivieron otras culturas y nos proporcionan la información suficiente para entender la diversidad de los seres humanos y la naturaleza. Es decir, que para la creación artística o literaria se requiere dar esos pasos, no así si pretendemos tomar la lectura como instrumento de conocimiento.

No nos cambia un libro, ni nos hará escritores, pero si ayuda a abrirnos, por lo menos, para entender a los demás. ¡Leamos cualquier cosa, pero leamos!

3 comentarios en “¿Dónde reside la materia de la creación?”

  1. Si, definitivamente la lectura nos transporta nuestra imaginación y hasta algunas veces nos cambia la perspectiva de las cosas y la manera de ver el mundo .. si , tenemos que leer.

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