He pasado a pie por encima del puente Pepe Sierra con carrera novena. A pesar de conocer algunas historias sobre hechos ocurridos en el había creído que nada podría pasarme a mí. Vivo, hace años, en el sector y tan cerca del puente que desde el mismo puede verse las ventanas del apartamento. No siempre hago este recorrido, sin embargo, por el agotamiento de mis fuerzas como médico de una clínica cercana y siendo las once y media de la noche decidí cruzarlo llevando conmigo el pesado maletín que nos caracteriza.
Con temerosa precaución he visto los carros, cruzar, de prisa, por debajo del puente, y he escuchado un frenazo en la avenida al tiempo que tres individuos bajan de un carro y corren hacia el puente, para cruzarlo, también. En alerta metí una mano en el bolsillo de mi abrigo. Miré hacia atrás y he visto tres máscaras gigantes de Dinosaurio, de colores fosforescentes. En fracción de segundos una de ellas ha sacado su garra como cuchillo y ha empezado a forcejear conmigo, para quitarme el celular y la cartera, otra, me ha mostrado algo brillante delante de mis ojos. Les dije que entregaba todo y que no me hicieran nada, pero no fue así, estaban exaltados, la tercera, me ha dado un golpe contundente en la cabeza y ahí si no pude más, he sacado mi arma del bolsillo y disparado, sin rumbo fijo, como un loco estrenando juguete.
Dicen que ha sido horrible. Yo he despertado con la luz del sol y un Dinosaurio todavía estaba ahí.
Triste realidad, plasmada de manera sencilla y contundente
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Exacto. Un abrazo
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Esta es la realidad que se vive en el día a día de nuestro país .En cualquier momento se te presenta un dinosaurio que quiera hacernos daño y nos toca liderar con eso .
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Así es. Entendido el mensaje
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Que agradable fluir de lenguaje en una historia lamentable y avergonzante de nuestra realidad.
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Hola amiga, que bien, gracias
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