MUJERES en la historia de mujeres

En este siglo XXI aún es confuso y tabú abordar el tema de lo que significa una mente abierta para aceptar la igualdad entre géneros de la especie humana. Para empezar, tendríamos que admitir la existencia de personas no binarias, es decir, ese grupo que no se siente identificado con lo masculino o femenino de forma excluyente o, tienen preferencias sexuales diferentes. Elles (nuevo lenguaje) están ahí ante nuestros ojos haciéndose visibles con sus festejos y luchas contra la violencia y la ceguera social. En segundo lugar, reconocer la coexistencia en el país de diversas cosmogonías que como la negra e indígena han sido desconocidas y rechazadas; así mismo, aceptar que mestizos, blancos, e inmigrantes organizados como grupo de poder, aunque dentro de él haya mujeres, han impuesto su predominio social, cultural y económico ignorando la riqueza cultural del país.  

Esta amalgama de intereses sociales se encuentra inmersa en el globo de un sistema patriarcal. Es el mito del macho alfa, guerrero, fuerte, protector y proveedor establecido desde tiempos antiguos con predominio de lo masculino. Al silenciar la voz de la mujer y limitar su actuar con rótulos para su deber ser como “hacendosas”, “buenas cocineras”, “sexo débil”, “buena madre”, “delicada”, “hablar suave”, “religiosa” “parir y cuidar la especie”, “tejer”, “buena esposa” ha legalizado la agresión sexual y emocional de un “hombre” o de un sistema sobre ella. Encontramos al padre, el hermano, el tío, el jefe, el marido o “mujeres” con mentalidad masculina que reproducen el comportamiento trascendido en derechos, en la educación, en el acceso al trabajo y en su realización personal de tal forma que, permeada la sociedad entera lo declara como “normal”.

Es por esta razón que la presencia de Francia Márquez Mina en la escena nacional constituye para las mujeres negras, indígenas, y no reconocidos, una irrupción en el adormecido establecimiento segregacionista. Su ropa colorida, su color de piel, su desparpajo, su molde que no cabe en la ropa de modelo, su cabello voluminoso y además su puesta en escena de fuerza y poder, ha motivado comentarios como falta de preparación y lenguaje altisonante. Quizá a muchos les gustaría oírla hablar con anglicismos o con términos anquilosados de la lengua castellana. “Mayoras y Mayores” no es un error de construcción, es el lenguaje vívido de la etnia. Por el contrario, nos parece escandaloso y risible. Más bien es una ignorancia y pena de haber convivido en un país con personas que aún no les conocemos sus significados de habla.

Como Rose Park en Alabama, Estados Unidos, que se negó a “ceder su asiento en un autobús a una persona blanca en 1955, razón por la cual terminó en prisión” [i] y despertó los movimientos de derechos civiles en ese país, ella, Francia llegó para romper el molde establecido. Mostrar la moda indígena, la negra, la de los artesanos que con sus creaciones resaltan la diversidad cultural es un símbolo del cambio de paradigma e inclusión. Parece habérsenos olvidado el mensaje de Gabriel García Márquez al recibir el premio Novel de Literatura en Liquiliqui.   

Y no es la primera, muchas mujeres en la historia de la humanidad han sobresalido como la intrépida Enheduanna, presentada por la escritora, Irene Vallejo, en su libro “El infinito en un junco”, quien por los añosmil quinientos antes de Homero (4.000 años antes de nuestra era) le escribía versos y prosa a Innana, diosa del amor, sin haberse inventado la escritura. Fue hija del rey Sargón I de Acad, emperador de Mesopotamia, hoy el sur de Irak. Sus himnos, encontrados en el siglo XX, han sido calificados de la mayor calidad literaria y catalogada por la autora como “el primer autor del mundo que firma un texto con su propio nombre”.

También nos cuenta de Artemisia la guerrera griega que se alía con los persas y por la que ofrecen recompensa toda vez que “consideraban algo inadmisible que una mujer hiciera la guerra a Atenas”. O Eutemis que significa “la de buena inteligencia” conocida más como Cleobulina. En Colombia existen ejemplos que desde diferentes frentes han trabajado por los derechos a la igualdad, o causas que las preocupaban, entre ellas, la independencia de España. Señalo a Manuela Beltrán, Policarpa Salavarrieta, María Josefa Acevedo de Gómez, Andrea Ricaurte de Lozano, Soledad Acosta de Samper, y otras más. Han sido mujeres en la historia haciendo historia para las mujeres.

Hoy el mundo habla de las nuevas masculinidades y feminidades que, con el tiempo, ojalá cercano, conduzca a mujeres, hombres y otres, de los grupos sociales existentes, a “no depender de”, “no ser protegido por”, “no cuidar a”, “no agredir a”, “decidir sobre su cuerpo”, “no permitir que otros decidan por”. Se trata entonces, de una comunidad de seres humanos cuyo sexo, preferencia sexual, color de la piel, religión, oriente u occidente, no sea determinante en su reconocimiento, sino en su juicio, talento y esfuerzo. Sin embargo, se entiende que esta búsqueda de igualdad entre géneros es desigual entre los que están admitidos por la sociedad y los que no. A estos últimos les correspondería una doble lucha y equidad: la social y la de género.

Independiente del resultado electoral Francia Márquez ya hace parte de ese grupo, silenciado, que quiere alzar su voz desde el anonimato, de la exclusión y la pobreza para ser escuchadas y por qué no, cambiar el rumbo del sometimiento y abuso de una hegemonía patriarcal, así ese no sea su propósito actual. Ella dice luchar en contra de la discriminación social, aunque al final está proponiendo la participación de iguales a iguales como dice el artículo 13 de la Constitución Política de Colombia: “Todas las personas nacen iguales y libres ante la ley”.

Otras Francias surgirán y tomarán las banderas para bien de todas, todos y todes.


[i] Diana Uribe. África- Nuestra tercera raíz.

3 comentarios sobre “MUJERES en la historia de mujeres

  1. Buenisimo mami! En mi opinión muy acertado el análisis y el ejemplo de Francia cae como anillo al dedo para ver como una sola persona que ejerce política por fuera de las esferas clásicas del establecimiento lo hace temblar desde sus cimientos, tanto así que saca a flote los peores valores de nuestra sociedad.
    Sin embargo surge una pregunta de todo este tema y es como logras ser objetivo e imparcial frente a quienes actúan o quieren ser reconocidos como diferentes a como estamos acostumbrados ? Cómo no caer en condescendencias, romanticismos, infantilización o paternalismos ? Besos

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    1. Excelente reflexión. Estamos tan contaminados y acomodados en nuestra burbuja que aprenderemos por ensayo y error. Lo importante es que alguien empiece. Faltan muchas generaciones para modificar lo establecido por años.

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  2. Amiga , sin palabras , que buen análisis de la sociedad que vivimos hoy , me haces recordar historia y ponerme en los zapatos de todas esas personas que quieren vivir en una sociedad mas incluyente .👏👏👏👏👏

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