A propósito de definiciones

Según la Real Academia Española de la Lengua (RAE) la palabra Definición es la Declaración de cada uno de los vocablos, locuciones y frases que contiene un diccionario, y Diccionario es el repertorio en forma de libro o en soporte electrónico en el que se recogen, según un orden determinado, las palabras o expresiones de una o más lenguas, o de una materia concreta, acompañadas de su definición, equivalencia o explicación. Hasta aquí todo bien.

Sin embargo, cuando una situación cae en manos de escritores, cuya esencia es ser irreverentes, contestatarios y críticos de los comportamientos humanos, se ingenian todo tipo de estrategias, como la ficción, para develar verdades y ampliarlas de tal forma que se comprendan. Es subvertir el orden establecido. Uno de ellos fue Ambrose Bierce[i] quien, durante más de treinta años, se dedicó a escribir El Diccionario del Diablo, con el cual se burló y criticó, con humor ácido, las conductas terrícolas. Hay en él definiciones para todos los gustos. “…ejemplos diversos de inmoralidad, ego manía, hipocresía, avaricia, estupidez, falsedad, intolerancia, lascivia, gula, pereza, cobardía, envidia, orgullo o egoísmo”[ii]. El libro se encuentra gratis en algún lado de la red, o se puede comprar, y de paso dispondríamos de significados de palabras cercanas a la realidad real y cuyo acatamiento o no de su definición, quizá, desearíamos. Vargas Llosa dice que “…Vivir insatisfecho, en pugna contra la existencia, es empeñarse a buscar tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro…”

Las palabras escogidas no tienen mayor intención solo ha sido el azar de cualquiera de mis estados de ánimo.

Etnología: s. Ciencia que estudia las distintas tribus del Hombre: por ejemplo, ladrones, asaltantes, estafadores, burros, lunáticos, idiotas y etnólogos.

Fanático: adj. Dícese del que obstinada y ardorosamente sostiene una opinión que no es la nuestra.

Felicidad: s. Sensación agradable que nace de contemplar la miseria humana.

Gato: s. Autómata blando e indestructible que nos da la naturaleza para que lo pateemos cuando las cosas andan mal en el círculo doméstico.

Geología: s. Ciencia de la corteza terrestre, que sin duda incluirá la del interior del globo cuando un charlatán salga de un pozo. Las formaciones geológicas del planeta ya observadas son: el Primario, o inferior, que está formado por rocas, huesos de mulas empantanadas, cañerías de gas, herramientas de mineros, viejas estatuas desnarigadas, doblones y antepasados. El secundario está constituido principalmente por gusanos colorados y topos. El Terciario comprende vías férreas, pavimentos, hierbas, víboras, botines enmohecidos, botellas de cerveza, latas de tomates, ciudadanos intoxicados, basura, anarquistas e imbéciles.

Historia: s.  Relato casi siempre falso de hechos casi siempre nimios producidos por gobernantes casi siempre pillos o por militares casi siempre necios.

Hombre: s. Animal tan sumergido en la extática contemplación de lo que cree ser, que olvida lo que indudablemente debería ser. Su principal ocupación es el exterminio de otros animales y de su propia especie que, a pesar de eso, se multiplica con tanta rapidez que ha infestado todo el mundo habitable, además del Canadá.

Homeopatía: s. Escuela de medicina que está a mitad de camino entre la alopatía y la Ciencia Cristiana. Esta última es muy superior a todas las otras, pues puede curar enfermedades imaginarias, cosa que resulta imposible a las demás.

Satanás: s. Uno de los lamentables errores del Creador. Habiendo recibido la categoría de arcángel, Satanás se volvió muy desagradable y fue finalmente expulsado del Paraíso. A mitad de camino en su caída, se detuvo, reflexionó un instante y volvió.

–Quiero pedirte un favor–dijo.

–¿Cuál?

–Tengo entendido que el hombre está por ser creado. Necesitará leyes.

–Qué dices miserable! Tú, su enemigo señalado, destinado a odiar su alma desde el alba de la eternidad, ¿tú pretendes hacer sus leyes?

–Perdón; lo único que pido, es que las haga él mismo.

Y así se ordenó.

Sepulcro: s. Lugar en que se coloca a los muertos hasta que llegue el estudiante de medicina.

Tecnicismo: s. En un tribunal inglés, un hombre llamado Home, que acusaba a un vecino de asesinato, fue procesado por calumnia. Sus palabras exactas fueron: “Sir Thomas Holt tomó un hacha y golpeó a su cocinero en la cabeza, de modo que una parte de la cabeza cayó sobre un hombro, y la otra parte sobre el otro hombro” Home fue absuelto, a indicación del tribunal; los doctos jueces declararon que sus palabras no constituían una acusación de asesinato, ya que no afirmaban la muerte del cocinero, y que esta era una simple inferencia.

Tierra: s. Parte de la superficie del globo, considerada como propiedad. La teoría de que la tierra es un bien sujeto a propiedad privada constituye el fundamento de la sociedad moderna, y es digna de esa sociedad. Llevada a sus consecuencias lógicas, significa que algunos tienen el derecho de impedir que otros vivan, puesto que el derecho a poseer implica el derecho a ocupar con exclusividad, y en realidad siempre que se reconoce la propiedad de la tierra se dictan leyes contra los intrusos. Se deduce que, si toda la superficie del planeta es poseída por A, B y C, no habrá lugar para que nazcan D, E, F y G, o para que sobrevivan si han nacido intrusos.

Podríamos continuar con el diccionario que resultaría largo, por sus 998 definiciones; no obstante, quiero dejarles para reflexionar unas recomendaciones de Ambrose Bierce sobre el buen ciudadano y segura estoy de que ninguno (a) de mis lectores estará presto a cumplir[iii].  

  • Durante un año, y a partir de la fecha, no beberé ningún tipo de licor espirituoso vinoso o de malta, salvo que me parezca que sería bueno suspender temporalmente esta promesa.
  • No usaré una sola expresión blasfema –fuera del deporte–sino me he enfadado por algo.
  • No consumiré tabaco de ninguna forma, a menos que considere que sería agradable.
  • No robaré más de lo que pueda utilizar.
  • No mataré a nadie que no me ofenda, excepto para quitarle el dinero.
  • No perpetraré ningún asalto a mano armada, salvo a niños de escuela, y solo estimulado por la presencia o la amenaza de hambre.
  • No daré falso testimonio contra mi prójimo si de eso no puedo sacar algún provecho.
  • Seré todo lo ético y religioso que la ley me obligue a ser.
  • No me fugaré con la esposa de nadie si ella no da su libre y total consentimiento y nunca, nunca, jamás, ¡el cielo no lo permita! Se me ocurrirá llevarme también a sus hijos.
  • No escribiré perversas calumnias contra nadie, a menos que por ello tenga que sacrificar un chiste.
  • No azotaré a ningún inválido, siempre que no se le ocurra importunarme cuando estoy ocupado y donaré todas las botas de mis compañeros de habitación a los pobres.

Espero para bien de la especie haber contribuido en aumentar su inquietud y dotar a este pequeño blog de humor y sarcasmo literario. Hasta la próxima semana.


[i] Escritor Norteamericano. (1842- 1914)

[ii] Libros del zorro rojo. Internet.

[iii]Ídem.


2 comentarios en “A propósito de definiciones”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top